Solidez, orden y sacrificio baluartes para doblegar a un Nàstic que durante muchas fases del encuentro fue un juguete en manos –en este caso pies- de los cordobesistas.
Los primeros cuarenta y cinco minutos de los blanquiverdes distan un abismo de lo mostrado en jornadas anteriores. Aun sin ser un dechado de virtudes, la actitud, orden y seriedad sí rayaron a gran altura. Carpintero y Scotti, inmensos durante todo el choque, daban los primeros síntomas de que algo era diferente a jornadas pasadas, maniatando al centro del campo catalán.
En ningún momento el Nàstic estuvo cómodo sobre el terreno de juego, hecho que repercutía directamente en la tranquilidad de Raúl Navas. El gaditano apenas tuvo que intervenir en esta primera parte, si exceptuamos un cabezazo de José Mari que tuvo que ser desviado a saque de esquina.
Cuando el cronómetro avanzaba por el trece de encuentro, llegó la primera de las jugadas polémicas del choque. Mingo, tras ver como Pepe Díaz le ganaba la posición, golpeó al de Almodóvar a la altura del glúteo. Penalti de libro no señalado por Bernabé García.
Los blanquiverdes no se descentraron con la actuación del trencilla y pudieron adelantarse en el marcador ocho minutos después. Una falta lateral botada desde la izquierda llegó, tras la indecisión de la zaga local, a Santi Carpintero en el segundo palo. El leonés, en una zona poco habitual para él, sacó un derechazo que se estrelló en el poste derecho de la meta de Rubén Pérez. Sería, sin embargo, el preludio de lo que sucedería poco después.
No perdonaría cuatro minutos más tarde Pepe Díaz. El cuco cazó un balón suelto en el área pequeña tras un fenomenal zurdazo de José Vega. Su testarazo hacía justicia en el electrónico. Como siempre, en el sitio adecuado y en el momento justo. Doce tantos adornan el sublime expediente goleador de Díaz, que iguala con el tanto de hoy, al delantero ilicitano Jorge Molina. Tras el tanto, el Nàstic apretó algo más y los blanquiverdes replegaron sus líneas. Pese a ello, los catalanes apenas inquietaron a Navas salvo en una jugada a balón parado, donde José Mari cabeceó una falta botada por Campano, provocando la intervención del gaditano.
Casi con los primeros cuarenta y cinco minutos cumplidos, se produjo la segunda jugada polémica de este acto. De nuevo los mismos protagonistas. Pepe Díaz y Bernabé García. El colegiado se hizo el sueco ante el agarrón del central Mairata cuando Díaz comenzaba a encarar a Rubén. Incomprensible cuando tan sólo se encontraba a escasos metros de la acción. Por suerte, ambas jugadas polémicas pasarán a formar parte del anecdotario, pero dicho queda.
Tras el descanso, el Nàstic adelantó líneas y los blanquivderdes cedieron algo de terreno. La presencia de los catalanes en las inmediaciones de Navas ganaba enteros aunque las contras de los cordobesistas podían sentenciar el choque. Esto pudo suceder en el minuto cincuenta y nueve. José Vega, tras internada de Arteaga por banda derecha, tuvo el finiquitar el choque en sus botas, pero su lanzamiento con la diestra fue atajado por Rubén.
No perdonaría el xerezano quince minutos después. Un saque de esquina botado desde la derecha fue despejado por la zaga tarraconense. El esférico llegó a la frontal del área, desde donde Vega sacó un potente zurdazo que hizo inútil los intentos de Rubén. Contribuyó al tanto, sin duda, el hecho de que un defensa desviara la trayectoria del disparo metros antes de que éste besara las mallas. Lo de menos fue el cómo, lo importante la consecución. Tras muchos encuentros, los blanquiverdes tendrían un final feliz y tranquilo, aunque a eso contribuyó de manera decisiva Raúl Navas.
Inconmensurable estuvo el gaditano en el tramo final del partido, realizando intervenciones de gran mérito ante un testarazo de José Mari y un lanzamiento con la diestra de Walter. Pese a estar inactivo durante gran parte del choque, en los momentos decisivos San Raúl destapó el tarro de las esencias.
Sin embargo, no todo pudo ser positivo en el choque de hoy. Gaspar tuvo que ser sustituido en el ecuador de la segunda parte tras producirse una torcedura en uno de sus tobillos. La importancia y evolución de la misma se comprobará con el paso de los días, aunque tal y como está la enfermería de gafada me temo lo peor.
Nueve puntos separan a los blanquiverdes de la zona de descenso, a expensas de lo que suceda en el choque dominical entre Cádiz y Rayo Vallecano. Las derrotas de Albacete y Real Unión de Irún, ante Elche y Villarreal B respectivamente, dotan de mayor importancia, si cabe, el triunfo de los cordobesistas en tierras departamentales. El próximo envite, ante uno de los máximos aspirantes al ascenso de categoría, la Real Sociedad. Poco que perder y mucho que ganar en un duelo que se afrontará con la moral elevada tras la importante victoria en el Nou Estadi.
Nâstic de Tarragona 0 – Córdoba CF 2
Nâstic de Tarragona: Rubén, Medina, Jorge, Mairata, Mingo, Miguel Ángel, Campano (Walter, m.76), De Barros (Roberto, m.69), José Mari, Morán y Rubén Navarro (Alex Cruz, m.53).
Córdoba CF: Raúl Navas, Herreros, Gaspar (Richy, m.67), Agus, Fuentes, Carpintero, Scotti, Arteaga, Vega (Dañobeitia, m.91), Asen y Pepe Díaz (Juanjo, m.84).
Árbitro: Bernabé García (C. Murciano). No decretó dos claras penas máximas a favor de los cordobesistas. Amonestó a los blanquiverdes Herreros, Vega y Fuentes. Por parte local mostró cartulina amarilla a Mingo, Miguel Ángel y Walter.
Goles: 0-1 Pepe Díaz (m.25) 0-2 José Vega (m.75).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimonovena jornada de la Liga Adelante disputado en el Nou Estadi de Tarragona ante 5.000 espectadores aproximadamente, de los que una centena eran seguidores blanquiverdes.
Fuente: minuto90.com
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