martes, 21 de diciembre de 2010

Nadar para vivir en la orilla



Nadar para…vivir en la orilla. A veces el fútbol es justo y el Córdoba CF no merecía salir derrotado ante el Deportivo de La Coruña. Aunque no fue precisamente el premio gordo, los blanquiverdes ya han recogido por adelantado una pedrea del popular sorteo navideño de mañana. Sus aficionados, también. ¡Ay, con que poquito nos conformamos! Los mismos fieles que se acercaron hace tres días para presenciar el choque liguero –los acérrimos- fueron testigos de excepción de una nueva entrega de garra de un conjunto que tiene carácter, aunque en algunos episodios de este año haya adolecido de él. Siendo realistas, el resultado no es positivo de cara al choque de vuelta, pero… ¿Lo mismo hay regalo de Reyes?

Se preveían rotaciones tras la batalla ante el Real Valladolid, aunque cierto es que no se presumía la titularidad de Miguel Ángel Tena, el cual tuvo que retirarse lesionado en los compases finales del choque ante los pucelanos. El castellonense se recuperó y fue de la partida. Junta a él, en el centro de la zaga, el gallego Richy, con Gerardo y Agus en los laterales. Sorprendía la vuelta al flanco izquierdo del madrileño, si bien el descarte del francés Camille abocaba a ello. Alberto Aguilar y Jorge Luque repetían en el doble pivote, con Usero y Callejón en bandas. Charles haría las funciones de mediapunta, mientras que Pepe Díaz se convertía en el único punta nato de los blanquiverdes. Curiosa, al menos, la posición del ex del Elche en banda izquierda.

Por su parte, Miguel Lótina –fiel a su estilo- plantaba una defensa de cinco, con Laure, Aythami, Lopo, Zé Castro y el canterano Seoane en ella. Rubén Pérez sería la referencia en la medular, escoltado por Juan Rodríguez y el galo Desmarets en bandas. Arriba, pólvora pura: Riki y Lassad, ahí es nada. En el banco esperando su momento hombres de relumbrón, con Manuel Pablo, Adrián y Valerón al frente.

A diferencia de otras comparecencias, los blanquiverdes entraron bien en el envite. La presión era constante en todas las líneas, lo que dificultaba –y mucho- la circulación de balón de los gallegos. Rubén Pérez, cerebro esta noche de los deportivistas, sentía muy de cerca el aliento de Jorge Luque y Alberto Aguilar. Usero y Charles hacían lo propio con Laure y Seoane, respectivamente, lo que daba un aire de solidez al cuadro de Alcaraz. Todo ello no evitó el primer pequeño susto a los doce de juego. Un centro desde banda derecha fue cabeceado por Riki. El testarazo del menudo mediapunta madrileño pasó rozando el poste izquierdo de la meta de Alberto.

Más acertado, por desgracia, estuvo Riki cuatro minutos después, ya que provocó la pena máxima que posibilitó al Deportivo de La Coruña adelantarse en el luminoso. Alberto, al tratar de evitar el disparo del deportivista muy cerca del área pequeña, cometió penalti, más que dudoso por cierto. El propio Riki asumió la responsabilidad y batió al catalán desde los once metros.
El tanto hizo mella en los cordobesistas, que comenzaron a sentir en sus propias carnes la diferencia de categoría. Juan Rodríguez, pasado el ecuador, pudo ampliar distancias con un gran disparo desde la frontal.

No menos espectacular fue la intervención de Alberto, que envió el trallazo del malagueño a corner. Poco después sería de nuevo Riki el que gozó de una nueva ocasión. Esta vez, el disparo sutil con el tacón del blanquiazul se topó con los pies de un defensor cordobesista.

Aún así, los de Lucas Alcaraz se rehicieron y, alentados por su parroquia, tiraron de casta e inquietaron algo a Manu. Un par de centros de Juanmi Callejón desde el costado derecho aumentaron los decibelios de la grada, aunque el esfuerzo resultó ser estéril. El descanso iba tomando forma, pero antes, un gran momento para un joven de la cantera. José Manuel Fernández debutaba con el primer equipo al tener que sustituir al sevillano Gerardo, renqueante de sus dolencias musculares que lo han tenido entre algodones las dos últimas semanas. Transcurría el cuarenta y dos de juego.

Pero hubo tiempo para más, puesto que los blanquiverdes pudieron empatar antes de que González González indicara el camino del túnel de vestuarios. Usero, tras el saque de una falta lateral, a punto estuvo de batir a Manu. El perfecto testarazo del manchego salió a escasos centímetros del marco gallego. La diosa fortuna no se alió con el Córdoba CF, que por actitud mereció algo más al término de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Con modificaciones tácticas comenzó el segundo tiempo. Usero retornó al doble pivote junto con Alberto Aguilar, hecho que provocó la entrada de Jorge Luque en la mediapunta. Charles y Callejón coparían las bandas, mientras que Pepe Díaz se mantenía en punta de ataque. Casualidades o no, el de Almodóvar tuvo la primera opción de los blanquiverdes para igualar el envite. Su disparo con la zurda -en posición algo escorada- salió lamiendo la cepa del poste izquierdo de Manu. Replicó, en la siguiente jugada el Deportivo. La gran jugada de Adrián no fue finalizada de la mejor manera por Juan Rodríguez, que envió el cuero fuera cuando lo tenía todo a favor.

Pese a estar en los albores de esta segunda mitad, el partido se estaba convirtiendo por momentos en un correcalles. Sin tregua, idas y vueltas recorrían el 105x70, entreteniendo al respetable que veía como la lluvia arreciaba de lo lindo de nuevo. Entre tanto, Sesma relevó a Charles y Fernández iba dejando los primeros detalles de lo que puede aportar en este equipo. Y apareció. La invitada de excepción estos últimos días en la ciudad califal volvió a hacer acto de presencia sobre el Nuevo Arcángel. Y de que forma.

Una auténtica tromba de agua acompañó a los protagonistas en el último tramo de partido. La hierba lo acusó y se recordaron pasajes del último envite ante el Real Valladolid. Al igual que ante los vallisoletanos, el líquido elemento trajo suerte a los de Alcaraz. En el setenta y uno de juego, una falta botada por Juanmi Callejón fue cazada por Pepe Díaz, que con la ayuda de Fernando Usero, batió a Manu. Justo botín, sin lugar a dudas, el obtenido por los blanquiverdes, que nunca dieron el choque por perdido, nunca dieron su brazo a torcer.

El verde se convirtió en una auténtica piscina, por lo que había que estar más concentrados que nunca para evitar posibles contratiempos. La técnica dejó paso a la garra. Las botas, a las aletas. Jorge Luque, fundido tras el gran esfuerzo, dejó su sitio a Oriol. La apuesta era clara. Aprovechar cualquier balón aéreo ante la imposibilidad de rasearlo. Y esa ocasión llegó, pero en los pies de Jonathan Sesma. El disparo con la zurda del canario se estrelló en la madera.

Una lástima, aunque se cumplió casi a rajatabla el dicho de que quien perdona acaba perdiendo, ya que en la contra Alberto despejó providencialmente a corner un mano a mano con Adrián. Este trepidante final de partido fue el epílogo de un choque puro de Copa y que se saldó con un meritorio empate blanquiverde. Riazor decidirá.

Córdoba CF 1 – Deportivo de La Coruña 1


Córdoba CF
: Alberto, Gerardo (Fernández, m.42), Richy, Tena, Agus, Alberto Aguilar, Jorge Luque (Oriol Riera, m.80), Callejón, Charles (Jonathan Sesma, m.57), Usero y Pepe Díaz.

Deportivo de La Coruña:
Manu, Laure, Lopo, Aythami, Zé Castro (Rochela, m.67), Seoane, Rubén Pérez, Juan Rodríguez, Desmarets, Riki (Adrián, m.30) y Lassad (Pablo Álvarez, m.59).

Árbitro
: González González (C. Castellano-Leonés), auxiliado por Sánchez Santos y Rubio Palomino. Amonestó a los locales Alberto García, Pepe Díaz y Agus. Por parte visitante, mostró cartulina amarilla a Rubén Pérez y Seoane.

Goles
: 0-1 Riki, de penalti (m.17) 1-1 Pepe Díaz (m.71)

Incidencias
: Partido de ida correspondiente a los octavos de final de la Copa de S.M El Rey disputado en el Nuevo Arcángel ante 5.294 espectadores que dejaron en taquilla 58.225 euros. Una torrencial tromba de agua acompañó a los protagonistas durante el último tramo de partido, lo que dejó impracticable el césped.


Fuente: minuto90.com
Fotografia: Manuel D. Vera / cordobadeporte.com





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