Gardeazábal Gómez regala tres puntos al Hércules con un penalti de vergüenza, ante un conjunto cordobesista que no mereció la derrota pero que no sabe marcar.
El Córdoba debería hacer algo, no sé muy bien qué, para mejorar en dos aspectos que como no cambien van a mandarle camino de Segunda División B. Para que no se diga que son excusas, lo primero es su alarmante falta de gol, porque sin marcar tantos es imposible ganar partidos, por muy buen trabajo defensivo, colectivo, de sacrificio, de lucha y de todo lo que se quiera que se realice en el campo. Pero tan importante como eso es hacerse respetar por un colectivo, el arbitral, que parece tomar al Córdoba como el tonto del pueblo, o como el pito del sereno. Hoy fue Gardeazábal Gómez, que ¡oh casualidad! siempre se equivoca en contra de los blanquiverdes, el que impedió a los cordobesistas puntuar, inventándose un penalti que sólo vieron él y su asistente. Una de esas jugadas que hacen sospechar de la honorabilidad arbitral, porque si un jugador del Córdoba se marca el piscinazo que perpetró hoy Delibasic es imposible que le piten penalti.
El técnico del Córdoba CF, Juan Luna Eslava, no esperó más para conceder la titularidad a Natalio, más aún con la ausencia por molestias cervicales de Yordi. El valenciano formó pareja con Asen. En el resto del once inicial, se mantuvo Rubén en la parte izquierda de la defensa, y Cristian Álvarez en el costado derecho, con Arteaga en la derecha y José Vega en la izquierda. Mientras, su homólogo en el Hércules, Mandía, sin Farinós en el centro del campo por sanción y Taborda en la delantera por lesión, empleó a Rodri y Abel Aguilar en el mediocentro, a Tote, Tuni y Sendoa por delante y a Delibasic como referencia.
Con el Córdoba vestido con la camiseta del pasado año por la coincidencia de colores arrancó un partido con poca chicha en sus primeros minutos. Aparentemente el equipo blanquiverde estaba bien plantado en el campo, lo que dejó en nada el arreón inicial herculano. Aunque a los seis de juego, el respetable reclamó penalti por un derribo, que no lo pareció, de Cristian Álvarez a Tuni.
La primera llegada del cuadro de Luna llegó por la derecha, en un centro de zurda de Arteaga hacia el corazón del área que Katxorro remató de zurda forzado y con un disparo muy flojo. La respuesta local fue una acción personal de Tote que acabó en pase hacia Tuni, que le pegó alto y muy desviado, pese a que su posición no era del todo mala para el disparo. Primero trató de dar el Córdoba, en una acción personal de José Vega, que tiró demasiado cruzado para encontrar la portería de Catalayud y demasiado largo para encontrar a Asen en el punto del penalti. Y respondieron los de Mandía con una entrada como Pedro por su casa de Delibasic entre la defensa blanquiverde, en la que se plantó en la frontal del área pero disparó fuera de los tres palos defendidos por Navas. De puro milagro.
Valentía sin "punch"
Lo bueno del partido para el Córdoba es que se veía a un equipo valiente y sin miedo a intentarlo. Arteaga enganchó un tiro con su pierna mala, la derecha, a la salida de un saque de esquina, y Natalio probó fortuna desde lejos poco antes del ecuador de la primera. Aunque el Hércules no especulaba. Sendoa cabeceó mal un saque de falta lateral.
La zaga cordobesista, segurísima en todos sus efectivos, sabía cercenar con éxito todos los intentos alicantinos, cuando superaban la primera barrera que formaban Ito -que vio la amarilla al igual que Rodri antes de la media hora- y Katxorro. Arteaga desaprovechó una buena contra en tres para tres en el minuto, cómo no, 33, mientras que Tuni avisó poco después en una escaramuza particular que acabó en un centro que por fortuna no encontró rematador.
Natalio, muy móvil, cayó en un par de fueras de juego dudosos que podrían haber sido buenas llegadas en blanquiverde. El equipo planteó el partido al contragolpe, pero quizá le faltó más "punch" en la zona de definición. Aunque el poco peligro de los locales daba algo de tranquilidad a los de Luna Eslava.
Los inicios de la segunda parte fueron muy similares a la primera parte. Un Hércules que llegaba bien hasta la zona de tres cuartos, casi siempre en acciones de Tote, aunque con Sendoa y Tote también bastante activos, y que se perdía en esa zona por el buen hacer del equipo cordobesista. Un once el califal que trataba de combinar también con el balón en los pies, pero al que le costaba hacer daño de verdad al cuadro del Rico Pérez.
A pesar de que con el paso de los minutos el conjunto local mejoró bastante, Mandía decidió buscaralgo más con sus dos primeros cambios. Retiró a dos dAsen presiona a Sendoa, que intenta despejar, con Natalio al fondoAutor: sus mediapuntas, Tuni y Sendoa, para dar entrada a Morán y otro punta nato, Rubén Navarro. El ex del Numancia y del Alavés tuvo en su cabeza la mejor ocasión del partido nada más entrar, con un cabezazo picado que murió en el larguero de Navas.
Era necesario que el Córdoba diera noticias de su existencia en ataque, porque salvo en un par de saques de esquina que se perdieron en acciones embarulladas sin remate. Y llegó en una contra en la que Natalio probó a Calatayud, aunque sin mucha convicción en el remate. Poco después, Navas tuvo que quitarse de encima un cabezazo de Rodri, en el preludio de la ocasión más clara de los visitantes, en un centro perfecto de José Vega en el que Arteaga se adelantó a su par y remató a portería, aunque el Zamora de la liga rechazó la pelota. Javi Flores tomó el sitio del sevillano nada más detenerse el juego.
Casi sin apreciarlo, el partido entró en el último cuarto de hora de juego, que Natalio estrenó con un intento de gol desde el centro del campo. Casi al instante, Asen disfrutó de un uno contra uno dentro del área, en el que salió perdedor el delantero ante el zaguero. Katxorro e Ito se multiplicaban en la medular, aunque como todos los jugadores en el campo.
Y, entonces, Gardeazábal Gómez -algunos dirán que su asistente- se volvió a cruzar en el camino del Córdoba. Delibasic hizo un auténtico vuelo sin motor tres metros después de superar la posición de Navas, y el vasco, malo como la carne de pescuezo, picó. Rubén Navarro tiró por el centro de la portería e hizo el 1-0.
Como en Murcia, sólo quedaban diez minutos para responder al durísimo golpe moral, pero el Córdoba, con Pepe Díaz por Natalio y Endika por Ito como últimos recursos de Luna, respondió con entereza. Mereció el empate en un testarazo de Pierini que acabó en el larguero, y ya en el tiempo de añadido, el de Almodóvar no pudo alcanzar un servicio de Javi Flores. Sin embargo, no hubo milagro, pese a atacar en la portería donde Abraham Paz falló el penalti hace unos meses. Lo único que encontró el Córdoba fue una roja a Katxorro cuando el partido ya había acabado, y que impedirá al vasco formar ante el Alavés.
FICHA TÉCNICA
1.- HÉRCULES: Calatayud, Expósito, Abraham Paz, Sergio Fernández, Dani Bautista; Rodri, Abel Aguilar; Sendoa (Morán, m. 57), Tote (Fernando Sales, m. 87), Tuni (Rubén Navarro, m. 57); y Delibasic.
0.- CÓRDOBA: Raúl Navas; Cristian Álvarez, Pierini, Gaspar, Rubén; Ito (Endika, m. 84), Katxorro, Arteaga (Javi Flores, m. 70), José Vega; Asen y Natalio (Pepe Díaz, m. 80).
ÁRBITRO: Gardeazábal Gómez (Comité Vasco). Amonestó al local Rodri y a los visitantes Ito, Gaspar y Raúl Navas. Expulsó a Álvaro Cámara (m. 63) cuando estaba calentando en la banda y a Katxorro cuando el partido ya había finalizado.
GOLES: 1-0, m. 79: Rubén Navarro, de penalti.
INCIDENCIAS: Primer partido de la segunda vuelta de la Liga Adelante, disputado en el Estadio Rico Pérez ante unos 12.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ex presidente de la Federación Española de Fútbol, Pablo Porta.
Fuente de texto: (Rafa Fernández ) Cordobadeporte.com
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