Abrumador dominio califal, excepto en la recta final de choque
Duelo de aspirantes en toda regla. Eso sí, uno mucho más rácano que
otro. Mientras que los de Paco Jémez mostraron sus cartas desde el
minuto uno, los celestes únicamente enseñaron sus uñas en los últimos
pasajes del duelo, aspecto respetable, dicho sea de paso. Los
blanquiverdes ratificaron, una vez más, que son un serio aspirante a
todo, si bien adolecieron de gol, ese elemento que te encumbra en
choques decisivos como el de la fría mañana dominical. Pese a ello, las
sensaciones fueron gratas, de equipo grande. Solo el súbito esfuerzo
físico maniató algo a un plantel que salió reforzado, pese al empate, de
cara a un exigente tramo liguero. Aunque la sensación de los instantes
finales fue la de choque abierto, nada de nada. El duelo tuvo un único
dueño durante 82 minutos, el Córdoba CF. Séptimo clasificado, 34 puntos,
a dos de la zona de play off y todo un mundo por jugar. La próxima
jornada, nueva reválida, y de órdago. Ah, del Plus mejor no hablar. 1
victoria de 15 retransmisiones. Una más para el anecdotario.
Para el encuentro ante los vigueses, Jémez contaba con las obligadas
bajas de Cerra y Charles, por lesión, y David Prieto, sancionado tras su
expulsión en la Nueva Condomina. La nota positiva, que la hubo, fue el
retorno a la titularidad de José Manuel Fernández, el cual alternó en la
zaga junto a Gaspar, Tena y Fuentes. La medular, la de gala. El
excéltico López Garai y Javi Hervás, cerebros cordobesistas, con Borja
García y López Silva pegados a la cal. Arriba, Carlos Caballero desbancó
a Pepe Díaz de la titularidad. Javier Patiño, su acompañante.
Paco Herrera, pese a las ausencias por lesión de Roberto Lago y Adrián
Túñez, presentó en el coliseo ribereño quizá el plantel más competitivo
de los últimos años. Los número no mienten y el Celta de Vigo llegaba al
Nuevo Arcángel con la vitola de ser uno de los equipos más goleadores
de la categoría. Sus 35 tantos así lo reflejaban. Además, en sus últimos
cinco compromisos, los vigueses solamente encajaron un solo tanto, por
lo que la competitividad de los celestes estaba más que demostrada. Yoel
bajos palos, con Hugo Mallo, Oier, Catalá y Bellvis en defensa; Oubiña y
Alex López, catalizadores del juego gallego, con una tripleta por
delante con De Lucas, Bermejo y Orellana; David Rodríguez, pretendido
antaño por el Córdoba CF, referencia ofensiva visitante.
Los compases iniciales de partido fueron el preludio de lo que se
vislumbraría en el primer acto, y si me apuran, casi todo el
encuentro. El Córdoba CF, con fases de gran juego, dominó a su antojo a
los de Paco Herrera. Juego por ambas bandas, triangulaciones en espacios
apenas existentes y control absoluto del cuero, con muchos hombres por
delante de él. Con esas armas era lógico que a los dos de partido ya
gozaran de la primera ocasión de gol. Carlos Caballero, en posición algo
escorada, envió su potente derechazo en el lateral de la red.
Poco después fue Gaspar el que gozó de su opción para inaugurar el
luminoso. El veterano capitán califal, tras prolongación de Patiño,
cabeceo alto ante la oposición de David Catalá. Dos ocasiones en tan
solo seis minutos. El panorama, como se suele decir, pintaba bien.
Los celestes –de rojo en el Nuevo Arcángel- apenas inquietaban a un
Alberto García que tenía que acercarse a la frontal del área para notar
unos tímidos rayos de sol que le ayudaran a mantener la temperatura
corporal. Un par de saques de esquina y poco más. La asfixiante presión
cordobesista contribuyó, y mucho, a percibir esa relativa tranquilidad
defensiva.
Las ocasiones, sin ser en avalancha, se sucedían. López Silva, con el
lanzamiento de una falta desde la frontal, gozó de la mejor del primer
acto. Yoel, muy acertado, despejó desde la misma línea de gol el golpeo
del onubense. Por cierto, la falta previa de Bellvis –fue amonestado-
sobre Caballero se produjo fuera del área. Precisamente, el lateral
izquierdo vigués debió tomar camino de la caseta un minuto después si
Pino Zamorano se hubiera atrevido a mostrarle la segunda cartulina
amarilla por una dura entrada en la banda de Preferencia. No fue así, y
pese a las protestas de los más de 11.000 fieles congregados en las
gradas, el Celta de Vigo continuó con once sobre la hierba.
Pese a atravesar una fase de menor intensidad en sus acciones, los
hombres de Jémez continuaban con su idilio con el balón, el mejor amigo
de los califales esta temporada. Nuevamente Carlos Caballero pudo
adelantar a los blanquiverdes en un uno contra uno con Yoel con
demasiados metros por delante. El madrileño, algo lento en su acción, se
dejó arrebatar el cuero por un Oier mucho más rápido. No importaba, las
sensaciones estaban por delante de los tantos.
El descanso se acercaba, pero antes otra magna ocasión. López Silva, con
un disparo desde la frontal, limpió las astillas del poste izquierdo de
Yoel. Hubiera sido la guinda a un gran primer tiempo, de lo mejor visto
esta temporada en el Nuevo Arcángel. Sería injusto destacar a algún
jugador cordobesista, por lo que el descanso decretado por Pino Zamorano
era más que merecido.
Tras la salida de vestuarios cada uno seguía a lo suyo. El Córdoba CF
trataba de poner la cordura, la serenidad, el juego. Mientras, los de
Herrera se limitaban a capear el temporal. Prueba de ello, el doble
cambio al poco de la reanudación. Bermejo y David Rodríguez, referencias
ofensivas en el Nuevo Arcángel, dejaron su sitio a jugadores de perfil
algo más defensivo como Toni y Joan Tomas.
Fuera por esa circunstancia o no, el Celta dio el primer aviso serio de
la mañana. Un centro de De Lucas desde banda derecha llegó a Joan Tomas
en el segundo palo. El disparo del recién incorporado se estrelló en el
lateral de la red. Casi a renglón seguido fue Fabián Orellana quien
enmudeció al Nuevo Arcángel con un centro desde línea de fondo que no
encontró rematador. Todo ello dejaba a las claras que no se podía jugar
con fuego.
Herrera agotó el cupo de sustituciones dando entrada a Bustos por Alex
López, todo lo contrario que Jémez, que hizo su primera ingresando a
Díaz por Javi Hervás. Este cambio provocó que Carlos Caballero formara
pareja en el doble pivote junto con López Garai, dejando la parcela
ofensiva para Patiño y el propio Díaz. Poco duró el dibujo táctico ya
que la entrada de Vico en banda derecha propició que Borja García
actuara como segundo falso delantero.
La recta final estaba ahí y el Celta fue ganando en espacios conforme
corrían los segundos. De Lucas, tras una gran galopada por banda
derecha, y Joan Tomas, tras volear desde el punto de penalti, hicieron
temer lo peor. El Córdoba CF, lógico, llegó prácticamente fundido a los
últimos minutos de partido. El esfuerzo físico pasó factura a un
conjunto que mereció finiquitar el partido mucho antes y que, pese a
todo, terminó con una distancia abismal entre líneas. Cosas de fútbol.
El pitido final llegó y los puntos se repartieron en una gran mañana de
fútbol en la que pudo pasar de todo, en cuanto a resultado se refiere.
Córdoba CF 0 – Celta de Vigo 0
Córdoba CF
: Alberto García, Fernández, Gaspar, Tena,
Fuentes, López Garai, Javi Hervás (Pepe Díaz, m.64), Borja García, López
Silva (Quero, m.74), Carlos Caballero y Patiño (Fede Vico, m.70).
Celta de Vigo
: Yoel, Hugo Mallo, Oier, David Catalá,
Bellvis, Oubiña, Alex López (Bustos, m.63), De Lucas, Bermejo (Toni,
m.52), Orellana y David Rodríguez (Joan Tomas, m.52).
Árbitro
: Pino Zamorano (C. Castellano-Manchego),
auxiliado por Escudero Sánchez y Escribano Pérez. Amonestó al
blanquiverde Carlos Caballero, así como a los celestes Bellvis, Alex
López, Bustos, Toni y De Lucas.
Incidencias
: Encuentro correspondiente a la 21ª jornada
de la Liga Adelante disputado en el Nuevo Arcángel ante 11.255
espectadores. Antes de comenzar el encuentro, se guardó un minuto de
silencio por Dña. Maria del Carmen Rubio, madre del jugador cordobesista
David Cerra. Lourdes Mohedano, gimnasta cordobesa que estará en los
Juegos Olímpicos de Londres 2012, realizó el saque de honor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario