viernes, 14 de octubre de 2011

Una fiesta a lo grande (1-1) 3-2

Una fiesta a lo grande

El Córdoba estará mañana en el sorteo de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (Real Betis, próximo rival). Sufrió hasta los penaltis para llevarse el billete para la siguiente ronda. En la tanda se impuso por 3-2. Había empatado a uno en el tiempo reglamentario y en la prórroga. El conjunto de Paco Jémez no se exhibió como otras tardes. Incluso, lo pasó mal en la primera mitad y en algunos minutos de la prórroga, pero hizo una segunda parte en la que puso sobre la mesa méritos suficientes para conseguir la clasificación.

El técnico volvió a encontrarse con los fantasmas del tiempo añadido de hace cuatro años. Pero, esta vez tuvo tiempo para rectificar. Charles adelantó a los blanquiverdes en el inicio de la segunda parte, cuando Jémez interpretó con acierto los cambios y una variante de sistema para recuperar un balón que tuvo el Huesca en el primer acto. Sin embargo, los de Quique Hernández no lograron el empate hasta que Corona, de cabeza, aprovechó un desajuste defensivo. Amoedo Chas dio cuatro minutos de prolongación sobre el noventa. Se había pasado ese tiempo cuando el defensa igualó el partido y forzó la prórroga. En la media hora extra, el Córdoba sufrió el agotamiento físico. Pero aguantó el marcador. Los penaltis fulminaron la injusticia arbitral con el reloj.

El Córdoba entró en escena con muchas novedades en el equipo titular. Y estuvo desconocido en el primer acto. El Huesca generó superioridad numérica en la medular. El trivote de Hernández no permitió a Caballero y Aguilar entrar en contacto con el balón. El dominio oscense se patentó en dos datos: tuvo mucha más posesión y generó las mejores ocasiones para adelantarse.

La escuadra de Jémez no conectó de inicio con los 11.500 espectadores. El juego del Córdoba y las promociones del club consiguieron la mejor entrada de la temporada, pero el despliegue del primer acto no enamoró. El bloque estuvo desconocido, sin balón y sin ideas. El Huesca porfió con peligro el marco local.

La hueste del extécnico blanquiverde tuvo las mejores ocasiones para desnivelar el marcador al filo de la media hora. El modelo de concesión de las oportunidades fue idéntico al de los últimos partidos: pase para coger la espalda a la defensa y plantarse solo ante el meta. Primero, Gilvan lanzó desviado. Luego, Lluis Sastre se encontró con una excelente parada de Alberto García.

El Córdoba necesitaba un centrocampista más o retrasar a alguno de los delanteros para equilibrar el dominio visitante. Balsas pagó la falta de movilidad del equipo hasta el intermedio. Jémez lo retiró para dar entrada a Pepe Díaz. En cualquier caso, sólo cabía una posibilidad: la mejoría en el juego. Así fue. Especialmente, tras la entrada de López Silva por Fede (m. 52). Paco cambió el sistema. Pasó a un 4-2-3-1 que, a veces, parecía un 4-3-3. Con los efectivos equilibrados en el medio, el Córdoba comenzó a parecerse a sí mismo. Lo probaron Quero y López Silva desde fuera del área. Aunque esta vez fueron los locales quienes ganaron la espalda a la zaga aragonesa. Charles se marchó en velocidad, se plantó solo ante Cabrero y lo batió por bajo (1-0, m. 58). Se lo dedicó a los dos hermanos Bretón desaparecidos esta semana en la capital.

Hernández reaccionó. Movió el banquillo nada más producirse el gol. Entraron Roberto y Camacho por Tariq y Molina. Un cambio de hombre por hombre, aunque con Camacho ganaba profundidad en ataque. El Córdoba mantuvo el control. Tanto, que Aguilar pudo sentenciar con un disparo desde la frontal que desvió Cabrero (m. 63). El ritmo bajó, pero las oportunidades siguieron en las botas locales. Quero lo intentó (m. 74).

El Córdoba trató de gestionar bien el último cuarto de hora. De hecho, no sufrió apenas ocasiones en contra en ese tiempo, salvo un disparo lejano de Ochoa. El público había celebrado el triunfo con la ola. Pero, el árbitro dio 4 minutos de prolongación. Se superaron. Como ante el Poli Ejido hace cuatro años. Corona emergió de la nada en el área pequeña para cabecear a la red una acción rapidísima cuando el colegiado ya tenía el silbato en la boca para pitar un final que alargó injustificadamente.

El Huesca forzó la prórroga. Quizás lo había merecido por la primera mitad, aunque fue desbordado claramente tras el descanso. El físico jugó a su favor en el tiempo extra. El Córdoba se partió y le faltó aliento para conseguir desnivelar el marcador. El rival estuvo más cerca de llevarse el pase en este tiempo. Gilvan y Roberto perdonaron una acción clarísima nada más empezar la media hora. El cuadro local sólo respondió en una acción que no supo definir Pepe Díaz. El resto fue esperar a que pasaran los minutos entre pérdidas de tiempo, calambres, equipos partidos en dos y con el balón de ida y vuelta.

Hubo que ir a la tanda de penaltis para decidir la eliminatoria. El Córdoba estuvo más acertado. Ganó 3-2 en ella. Marcaron Charles, Díaz y Quero. El error de López Silva en el cuarto lanzamiento quedó en un susto gracias al fallo de Gilvan en el quinto disparo oscense, que se unió a los previos de Roberto y Sorribas y los aciertos de Camacho y Jokin.


Fuente: ABC.es


Tanda de Penaltis



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