lunes, 3 de octubre de 2011

Un Córdoba 'alcorazado' (0-1)

Patiño (derecha) y Fede Vico corren celebrando el gol que supuso la victoria del Córdoba ayer en El Alcoraz.
El equipo de Paco Jémez da otro paso adelante logrando el triunfo en Huesca para dejar huella en la memoria blanquiverde. Solo le supera el del ascenso a Primera, hace medio siglo



Ignacio Luque / Diario Córdoba

Hay que empezar pidiendo disculpas a los derrotistas. A esos que dicen que les gusta el fútbol pero dan la espalda al equipo de su ciudad. A los que tienen garantizado, como mínimo, un 75% de probabilidades de felicidad, germen de su fatalismo para con el club que representa sus raíces.

De ahí que estén pendientes toda la semana de cualquier otro escudo, siendo así sus alegrías más celestiales : una Copa de Europa menos (lo siento, sigue siendo así aunque se empeñen en eso de Champions ), no llegar a los 100 puntos en Primera o discutir si un futbolista es "guapo, rico y buen jugador" o si otro es mejor que Maradona, Kubala o Goyo Benito.

Y hay que pedirles perdón porque son los mismos que durante esta semana no podrán preguntar aquello de: "Y el Córdoba, ¿qué? Otra vez ha perdido, ¿no?", con toda la carga de castigo para el receptor de la pregunta --paisano suyo--, y de intento de justificación íntima y pública por la desafección para con lo suyo.

Porque resulta que en esta temporada el Córdoba, ese Córdoba ahogado por todos lados, incluyendo parte de los que debían ser los suyos propios, se ha empeñado en ganar. Pero ganar reiteradamente. Y además empieza a hacerlo de una manera que convence exponencialmente. A cada victoria se le van viendo a este equipo de Paco Jémez más virtudes. También problemas: la cortedad de las opciones ante lesiones de algunos jugadores, la necesidad del trabajo estratégico defensivo ante las variantes del rival, la asunción del sistema por determinados elementos o la bisoñez de más de uno. Pero con todo eso, este Córdoba está ahí, en cuarta posición de la tabla.

Entre los seis primeros, tres de los previstos: el Almería, el Hércules y el Deportivo de La Coruña, y otros tres sorprendentes: Sabadell, Guadalajara y... el Córdoba, que está a un punto del líder y por delante de un trans- atlántico como es el Deportivo. Y Paco Jémez tiene situado a su equipo en ese puesto de privilegio por méritos propios. Sin ayudas. Ni en el campo y casi tampoco fuera. En el campo, la única derrota liguera fue en Valladolid y aún permanecen en la retina (y en los vídeos) los 60 minutos que ofreció en el Nuevo Zorrilla. Tampoco ha tenido arbitrajes el técnico blanquiverde como para invitar a una copa al colegiado de turno.

El de ayer, se sumó a la lista. Y, para rematar, el triunfo ante la Sociedad Deportiva Huesca llegó tras muchos minutos de trabajo táctico. Como dijo Angel Royo tras el encuentro, más parecía la primera parte "una partida de ajedrez" que un encuentro de fútbol. El entrenador aragonés se había empeñado en quitar el balón al Córdoba. Era la clave que veía para poder imponerse a los blanquiverdes y lograr el primer triunfo ante su parroquia.

Ello derivó en un primer acto que rozaba lo anodino. El Huesca se apuntaba a que el rival no le hiciera daño y como principal bagaje ofensivo ofrecía infinidad de balones largos a Roberto. Los de Jémez, por su parte, intentaban continuamente jugar raso, pero la presión local desbarataba toda opción. Ante la imposibilidad de que Javi Hervás tuviera cierta fluidez, el Córdoba se empeñaba en subir el esférico por la banda izquierda, muriendo cada intento en la línea de mediocampo oscense. Hubo una pequeña excepción en los últimos minutos de esa primera parte, en la que Charles obtuvo el fruto a su intenso trabajo entre líneas en un par de oportunidades. Muy poco juego y menos ocasiones. El larguero de Sorribas casi no puede considerarse.

Y en la segunda parte, la imposición del juego del Córdoba. No fue un vendaval de ocasiones, ni falta que le hizo. Pero sí de entender cómo había que conseguir el triunfo. Y se obtuvo por la fe del equipo. Los presentes lo adivinaban, sin echar mano a fatalidades ni victimismos. El gol llegaría y así lo hizo por medio de un inconmensurable Patiño, tras iniciar la jugada Fede Vico. Pero si alguien destacó en esa segunda parte por juego fue Javi Hervás. Lecciones de fútbol con poco más de 20 años para demostrar que este equipo ya ha pasado el examen de selectividad y precisa de pruebas más contundentes para buscar el título de graduado.

Porque este Córdoba ya ha demostrado, por números y por juego, que necesita mayores empresas y compromisos. Los que le plantearán próximamente esos transatlánticos llamados Deportivo, Hércules o Elche y que serán la mejor piedra de toque para comprobar a qué puerto es capaz de llegar el conjunto de Paco Jémez. Mientras esas naves llegan, el Córdoba ya ha demostrado que es un alcorazado . Y, además, haciendo historia.

Ficha técnica:


0 - Huesca: Cabrero; Rafel Sastre, Josetxo, Helguera, Toni; Luis Sastre (J. Martínez, minuto 64), Sorribas; Molina, Camacho, Gilvan (Jokin, mto. 83), y Roberto (Tariq, minuto, 57)

1 - Córdoba: Arias; Cerra, Tena, Gaspar, Fuentes ( Fernández, minuto 66), Quero (Vico, minuto 70) Garay, Hervás, Silva; Charles,y Patiño (Aguilar, minuto 85).

Gol: 0-1, minuto 80, Patiño

Arbitro: Miranda Torres. Colegio catalán. Mostró tarjetas amarillas a: Josetxo y Camacho, y en dos ocasiones a Rafel Sastre por lo que fue expulsado en el minuto 84 por parte de los locales; y a Patiño y Gaspar por parte de los visitantes.

Incidencias: Partido disputado en el campo del Alcoraz en tarde soleada, y terreno de juego en buenas condiciones ante unos tres mil aficionados.



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