lunes, 7 de junio de 2010

Interrogaciones y paréntesis



El Córdoba sigue fundido y se jugará la salvación en las dos últimas jornadas. Ayer cayó ante el Rayo Vallecano (3-2)

La noticia, triste noticia en el Córdoba, es que no hay noticia. Esto es, el Córdoba continúa siendo ese equipo que falla repetitiva y clamorosamente en la línea de atrás (y ahí se incluye el portero). El Córdoba sigue sin tener ni el más mínimo ápice de creación en el centro del campo y continúa, como en las últimas semanas, sin mantener un ritmo de presión óptimo para evitar la transición rápida del rival o dificultar a su línea de creación.

Como en el primer gol de ayer ante el Rayo Vallecano (3-2), en donde Angel no tuvo el más mínimo problema para enviar un pase cruzado (¡en el borde del área!) a Jofre mientras los centrales blanquiverdes no sabían dónde colocarse y los pivotes no llegaban a la ayuda. Navas rozó el balón y pudo hacer algo más, al igual que en otro de los siguientes dos que encajó.

El Córdoba, continuamos, nunca se ha destacado esta temporada por su capacidad realizadora, pero si en condiciones de mínimos, en economía de guerra constante en cuanto a la creación, en la generación de fútbol para hacer daño al rival en suma, se había quedado como uno de los peores anotadores de la categoría, en cuanto que la economía de guerra ha terminado siendo la de un barracón de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial... Se acabó. Habrá quien piense que los dos goles cordobesistas de ayer contradicen la anterior afirmación. El primero, de un penalti que aun siéndolo, no se pitan todos, ni mucho menos. Por cierto, Hevia Obras, sorprendentemente correcto.

El segundo tanto tampoco tiene mucho de fabricación ni de creatividad, a no ser que se quieran otorgar capacidades futbolísticamente mágicas a la espalda de Arteaga.

El Córdoba, en fin, está completamente fundido. A nivel mental puede que no sea noticia, pero sí lo es algo en el aspecto físico. Los avisos de las últimas semanas se han tornado alarmas berreantes. Así, Gaspar y Richy calentaron ayer al unísono para ver si el cordobés podía ser de la partida. Al final, Gaspar se echaba la mano al muslo izquierdo y explicaba al preparador físico y al médico las molestias que sentía. Y saltó Richy Alvarez, que además de demostrar que no está físicamente al cien por cien (y no por exceso de partidos) también reiteró su costumbre de irse por momentos de cada partido si comete algún error. Pero no es el único. Los síntomas de calambres están siendo más que notorios en las últimas semanas en el tramo final de cada encuentro.

Por no hacer sangre se puede afirmar con seguridad que el Córdoba de la fortaleza física, por tanto, también ha pasado a la historia. ¿Y qué ha pasado en el Córdoba cuando ha habido este antecedente? En dos palabras: la afición.

Y a ella apeló ayer el técnico al ver el estado en el que se encuentra su equipo. El mismo sabe mejor que nadie lo que ocurre de la puerta del vestuario hacia adentro y por eso reclamó el apoyo de la afición ante lo que se avecina que no es ni más ni menos que una promoción de dos partidos para ver quién se queda en Segunda el año que viene.

La ventaja que tienen los blanquiverde es ni más ni menos que tres puntos, algo con lo que cualquier aficionado, dentro de una promoción oficial por la permanencia, se daría con un canto en los dientes. Sin embargo, el seguidor blanquiverde sabe bien del estado de su equipo. Pero esa condición en la que se encuentra el conjunto de Lucas Alcaraz es lo que pretende, desea y solicita el técnico blanquiverde que se meta en un paréntesis, un enorme paréntesis en el que se incluya, claro está, la horrorosa serie de un punto logrado sobre los últimos 18 disputados.

En ese kilométrico paréntesis han de meter los aficionados también los más de dos goles de media que se han recibido en esta última fase de la temporada por una de las defensas más rocosas del campeonato en los dos primeros tercios del mismo. Y, en fin, en ese monstruoso paréntesis ha de incluirse asimismo, las apariciones y desapariciones abruptas de futbolistas, la incapacidad para manejar un partido y tantas otras cosas, algunas de ellas tan llamativas como extrañas.

Ese paréntesis serviría para que todos se centraran única y exclusivamente en el primer partido de esa virtual promoción por la permanencia, el que puede dar la salvación. Es un botín lo suficientemente bueno como para hacer un último esfuerzo por parte de todos, incluida la frustrada afición. Tras ese paréntesis solicitado por Alcaraz, el técnico reconocía que sería el momento de las "justas" críticas. También será el lugar para la resolución de tantas y tantas interrogantes. Confiamos en que el técnico las responda. Sería lo justo.

Ficha Técnica:

3 - Rayo Vallecano: Dani; Tito, Pelegrín, Tena, Coke; Susaeta, Movilla, Ángel (Rafa García, min. 69), Jofre; Piti (Míchel, min. 72) y Rubén Castro (Pachón, min. 77).

2 - Córdoba: Navas; Gerardo, Richy (Jorge Luque, min. 67), Agus, Fuentes (Saboia, min. 74); Arteaga, Carpintero, Scotti (Lizio, min. 60), José Vega; Pepe Díaz y Asen.

Goles: 1-0, min. 7: Jofre; 1-1, min. 23: Asen, de penalti; 2-1, min. 34: Susaeta; 2-2, min. 50: Pelegrin, propia puerta; 3-2, min. 55: Coke.

Árbitro: Helvia Obras (Colegio Castellanoleonés). Amonestó a Ángel, Pelegrín, Jofre y Tena por parte del conjunto local y a Lizio por parte del conjunto visitante.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuadragésima jornada de liga de la segunda división del fútbol español, disputado en el estadio Teresa Rivero de Madrid, ante unos once mil espectadores.

Fuente: diariocordoba.com



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