El equipo da un paso atrás tras empatar con el Eibar
De haber conseguido la victoria ante el Eibar, el Córdoba habría imprimido nuevos brios a su lenta progresión, además de haberse distanciado a cuatro puntos de la zona de conflicto. Sin embargo, el equipo no administró con eficacia los recursos futbolísticos, y terminó cediendo un empate como mal menor, que apoyado en los resultados de Murcia y Las Palmas dejan al equipo a dos puntos del descenso y le permite subir un puesto en la clasificación. No es mala cosecha para los tiempos que corren, pero ni mucho menos la previsible ante un equipo menos dotado técnicamente que el equipo blanquiverde, y con claros signos de equipo de Segunda B la próxima temporada.
Aunque se ha manifestando reiteradamente que la salvación del equipo cordobés pasa por los partidos de casa, la competición ha venido a demostrar, una vez más, que esa apreciación no es una ciencia exacta, y que aquí cualquier equipo, por muy inferior que sea, puede ganar la partida y dejar los propósitos vacíos de contenido.
Luna Eslava insiste en la idea de dotar al equipo de una identidad propia, y en parte lo ha conseguido. Pero frente al Eibar arriesgó excesivamente con el cambio de Javi Flores por Ito, cuando el recambio natural era Carpintero para no dejar sin consistencia el centro del campo. Sin embargo, sí acertó con la puesta en escena de Asen y Arteaga, porque el primero fue llegar y besar el santo estableciendo el empate, y el segundo tuvo en sus botas la remontada.
Ahora toca Tenerife donde el Córdoba está obligado a restañar las heridas que ha dejado el empate ante el Eibar, pero enfrente tendrá a un equipo que cada semana busca con acierto el camino de Primera División. La identidad del equipo, la disciplina táctica, la consistencia defensiva y los valores exhibidos en partidos como el Zaragoza, pueden contribuir a que el equipo blanquiverde siga soñando con la permanencia.
Fuente imagen:cordobadeporte.com/fuente texto:minuto90.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario