domingo, 6 de marzo de 2011

Vuelta a la realidad (1-2)


Poco dura la alegría en la casa del pobre. Si en la previa ante el filial del FC Barcelona todo eran cábalas para situarse en la zona de play off, cinco días después la situación es completamente antagónica. Dos derrotas consecutivas, y lo blanco se torna negro, las alegrías dejan paso a las penas, los murmullos engullen a las palmas… Es lo que tiene el fútbol y de ahí su grandeza. No será hasta finales de mes cuando el Córdoba CF retorne al Nuevo Arcángel. Elche y Tenerife –rival que marca la zona de descenso- próximos compromisos de los de Alcaraz, ambos a domicilio. Abróchense los cinturones, se avecinan curvas. Una victoria de los tinerfeños ante el Barça B en el partido que cerrará la jornada el lunes podría dejar el descenso a cinco puntos.

Con el choque ante los sorianos concluía la maratoniana semana, iniciada precisamente en el Nuevo Arcángel ante el Cartagena. Tras un balance de un triunfo y una derrota, el envite ante los sorianos se antojaba fundamental para seguir escalando posiciones en la tabla clasificatoria, así como para mantener la cómoda distancia con respecto a los puestos de descenso. Con las consabidas bajas de Gerardo y Javi Flores por lesión, Beobide, Dañobeitia y Fuentes fueron los hombres descartados por decisión técnica por el granadino. Junto a ellos vería el encuentro desde la grada Gaspar, aún falto de rodaje tras su larga convalecencia.

Vistos los mimbres, la única novedad con respecto al once que se midió al filial blaugrana en el Mini Estadi el pasado martes residía en la vuelta a la titularidad de Alberto Aguilar. El de Benamejí –suplente de Usero en la Ciudad Condal- volvería a tomar la manija del juego blanquiverde junto con Jorge Luque. El resto del once, el de siempre. Al final lo vamos a saber de carrerilla. De Coz, Tena, Richy y Camille en retaguardia, escoltando a un Alberto García que, a pesar de la goleada, fue uno de los hombres más destacados en tierras catalanas. Callejón y Arteaga incurrirían por bandas, con Charles en la mediapunta y Oriol riera como estilete ofensivo.

Juan Carlos Unzué, técnico rojillo, arribaba a tierras cordobesas, popularmente hablando, con el agua al cuello. Las tres derrotas consecutivas –Cartagena, Barcelona B y Elche- han destapado la caja de Pandora por tierras castellano-leonesas. Pese al apoyo mostrado al navarro por la directiva soriana, en esto del fútbol los resultados mandan. El choque ante los blanquiverdes se antojaba crucial de cara a mantener su crédito. Con la única baja del centrocampista Nano, Unzué optó por modificar algo el once que hace pocos días se midió al Elche. La principal novedad, el retorno de Lafuente a la portería. Pavón, tras su suplencia ante los ilicitanos, retornaba al centro de la defensa junto con Jaio. Flaño y Dani López serían los laterales. En la medular, Nagore, Dimas y Garmendia formarían un trivote rocoso, con Barkero y Cedric en bandas. Del Pino sería la única referencia ofensiva.

Desde el pitido inicial se comprobó lo mucho que había en juego. El respeto era palpable y el miedo a perder latente. Los de Unzué, tratando bien el cuero, evitaban cualquier error en la circulación del mismo. Los blanquiverdes, infranqueables atrás y sin ningún tipo de fisuras. Con estos visos, las únicas aproximaciones a las áreas no podían llegar de otra manera que a balón parado. Tena, tras un saque de esquina botado por Juanmi Callejón, firmó el primer aviso. El remate del castellonense salió a la izquierda de la meta de Lafuente.

Sin embargo en la siguiente opción el Córdoba CF no perdonó. Una falta lateral en banda izquierda fue el detonante del primer tanto blanquiverde. Arteaga, contra todo pronóstico, sacó el libre directo en horizontal, casi en paralelo. Allí Camille levantó la cabeza y envió un preciso centro al segundo palo, donde Charles controló con el pecho y fusiló con la diestra a Lafuente. Gran gol del de Belem, que con el de hoy se sitúa con diez tantos como máximo goleador de los cordobesistas.
El tanto serenó algo a los de Alcaraz, que cedieron protagonismo a los rojillos. Los espacios a la contra aumentaron, si bien el error en el último pase evitaba mayores peligros. Cedric y Barkero comenzaban a despertar. Un libre directo de éste último se convirtió en la mejor ocasión soriana hasta el momento. Todo hacía indicar que el tiempo de descanso llegaría con esa mínima ventaja blanquiverde, pero hasta el rabo todo es toro. Un saque de esquina botado por Barkero –precedido de un error defensivo local- permitió a Del Pino igualar la contienda. El menudo centrocampista del CD Numancia aprovechó la permisividad de la zaga local para insuflar un auténtico balón de oxígeno a los de Juan Carlos Unzué. Como se suele decir, tanto psicológico y, al mismo tiempo, inesperado. Sin tiempo para más los veintidós tomaron rumbo a la caseta.

Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron tal y como se esperaba. El Córdoba CF adelantó líneas y desde muy pronto comenzó a crear peligro. A los siete de la reanudación, un gran centro de Juanmi Callejón, al que no llegó Jorge Luque por poco, pudo adelantar de nuevo a los hombres de Alcaraz. El de Las Palmeras, pese a tirarse al piso, no logró conectar con el cuero.

La ocasión de Luque fue, sin duda, un espejismo, ya que el CD Numancia se adelantó en el marcador. Otra vez a balón parado y otra vez Del Pino, que aprovechó un nuevo despiste de la zaga local para batir a Alberto. Las facilidades en el juego aéreo se pagan y hasta dos cabezazos permitieron los defensores blanquiverdes antes de que el balón besara las mallas.

Sin Oriol Riera sobre el terreno de juego –el catalán dejó su sitio a Pepe Díaz por problemas físicos- la referencia ofensiva se diluía. Además, los cordobesistas se empeñaron en jugar el último tramo de partido como no lo había hecho anteriormente, abusando del juego directo. Sin Riera sobre la hierba, ese patrón de juego pierde enteros.

La entrada de Usero y Sesma, unida a la salida de Camille del terreno de juego, propició que los de Alcaraz jugaran el último cuarto de partido con una defensa de tres. De poco sirvió. Hoy no era el día y los de Alcaraz terminaron sucumbiendo ante un CD Numancia que, con muy poco, sacó petróleo de los errores defensivos blanquiverdes. Para colmo de males, Charles tuvo que acudir tras el encuentro a un centro médico para calibrar el alcance del golpe recibido en uno de sus ojos. El brasileño, al que le dieron puntos de aproximación en el párpado en el mismo terreno de juego, concluyó el choque con uno de sus ojos completamente hinchado, aspecto que le impedía prácticamante gozar de visión.

Córdoba CF 1 – CD Numancia 2

Córdoba CF: Alberto García, De Coz, Tena, Richy, Camille (Jonathan Sesma, m.75), Alberto Aguilar (Fernando Usero, m.71), Jorge Luque, Callejón, Arteaga, Charles y Oriol Riera (Pepe Díaz, m.63).

CD Numancia: Lafuente, Flaño, Pavón, Jaio, Dani López, Nagore, Dimas, Garmendia (Ion Vélez, m.73), Barkero, Del Pino (Iñigo Vélez, m.90) y Cedric (Sunny, m.82).

Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño), auxiliado por Orellana Benítez y Nevado Rodríguez . Amonestó al blanquiverde De Coz, así como a los visitantes Ion Vélez, Pavón, Garmendia, Dimas y Nagore.

Goles: 1-0 Charles (m.20) 1-1 Del Pino (m.44) 1-2 Del Pino (m.64)

Incidencias: Partido correspondiente a la 28ª jornada de la Liga Adelante disputado en el Estadio Nuevo Arcángel ante 8.602 espectadores, que dejaron en taquilla 11.350 €.


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