5-1. Sin comentarios

Ridículo blanquiverde en el José Zorrilla

Bochornoso espectáculo. Hoy, con toda España por testigo, el Córdoba CF ha tocado fondo. No por la derrota, sino por la imagen y la forma de producirse. Podía antojarse, hasta cierto punto, lógico el traspié en el José Zorrilla, pero de esta forma no.

Como si de un mero trámite se tratara –cosa que ni por asomo es así- la indolencia, apatía y desmotivación de los blanquiverdes sobre el verde vallisoletano no tiene fácil entendimiento. Toca comprar pilas al transistor y esperar que mañana la UD Salamanca no pesque ningún punto ante el Celta de Vigo. El descenso, con un partido más jugado que los charros, sigue a cinco puntos, seis si contamos el gol average. ¿Existe razón alguna para este comportamiento? Extraigan sus propias conclusiones, yo tengo las mías.

Sin tiempo apenas para digerir el punto obtenido ante el Real Betis, el cuero estaba esperando a los blanquiverdes a orillas del Pisuerga. Con las bajas por sanción de David De Coz y Callejón, Alcaraz tuvo que hacer encaje de bolillos para recomponer la banda diestra. Gerardo y Fernández se alzaron con la titularidad, otorgando un claro matiz al flanco derecho. La acumulación de minutos en las piernas de algunos hombres propició que el granadino optara por dar descanso a Richy y Charles, los cuales fueron sustituidos por Agus y Pepe Díaz, respectivamente.

A las consabidas bajas de Jorge Luque y Arteaga, ambos en proceso de recuperación de sus respectivas lesiones, se unían –por decisión técnica- las de Gaspar y Jonathan Sesma. El canario continúa sin entrar en los planes de Alcaraz, acumulando, con el choque ante su ex equipo, la segunda semana fuera de la convocatoria. Por desgracia, este aspecto llama poderosamente la atención cada vez menos. En el polo opuesto se sitúan hombres como Iago Beobide y Dañobeitia, El primero de ellos volvía a estar presente entre los dieciocho convocados dos meses después de su última comparecencia, mientras que el segundo parecía asentarse en la misma tras la disputa de algunos minutos frente al cuadro bético.

Con respecto al rival, Abel Resino pudo contar con casi la totalidad de su plantilla para el choque ante los blanquiverdes, hoy de granate. Únicamente Baraja se cayó de la convocatoria al no superar sus molestias musculares. La buena trayectoria como local hacía presagiar un choque de enjundia. No obstante, los pucelanos únicamente habían cedido, de la mano de Resino, ocho puntos en el José Zorrilla, siendo doce las victorias desde el mes de diciembre, fecha en la que el madrileño tomó las riendas del equipo. Gran parte de esa espléndida racha tiene un nombre propio, Javi Guerra. El delantero, ex del Granada 74 entre otros, está completando una excepcional campaña, hecho que lo ha encumbrado –con 23 dianas- al cuarto puesto de los realizadores de la categoría, únicamente superado por Jonathan Soriano, Rubén Castro y Alex Geijo.

Los refuerzos invernales, unido a la mejora del rendimiento de hombres experimentados en la categoría de plata, daban como resultado una escalada muy meritoria en la tabla clasificatoria. Con un ofensivo 4-2-3-1, Javi Jiménez –joven canterano que ha relegado al banquillo a Justo Villar y Jacobo- estaría en portería; Barragán, Jordi, Marc Valiente y Peña alternarían en la línea defensiva; Matabuena y Nafti llevarían la manija en la medular, con Nauzet, Óscar y Jofre por delante de ellos; el goleador Javi Guerra sería la referencia ofensiva de los vallisoletanos.

Todo el planteamiento de Alcaraz se vino abajo muy pronto. A las primeras de cambio, y con los espectadores más pendientes de secar su asiento que de otra cosa, los pucelanos se adelantaron en el marcador. Un saque de esquina botado por Jofre desde banda izquierda fue cabeceado por Jordi Figueras desde el punto de penalti. Inapelable el remate del catalán, que contó con la inestimable ayuda de Agus, indolente en su acción defensiva. El madrileño volvía de la peor manera posible a la titularidad, aunque lo positivo de todo –si es que había algo- era el mundo que quedaba por delante.

El tanto no apaciguó a los blanquivioletas, los cuales siguieron martilleando los dominios de Alberto García en los compases iniciales de encuentro. Primero con un disparo lejano de Nauzet, que a punto estuvo de sorprender al guardameta cordobesista. Poco más tarde sería de nuevo Jordi el que pudo hacer el segundo, también a la salida de un corner.

Aun así, y cuando peor pintaba el panorama, el Córdoba CF empató el encuentro, o mejor dicho, vio como le empataban el duelo. Matabuena, en su intento de desviar un pase de la muerte de Oriol Riera, introdujo el cuero en su propia portería. Golpe de suerte que, visto lo visto, era muy bien recibido ateniéndonos a la tabla clasificatoria.

Sin embargo, dos minutos después de la igualada, todo volvía a su curso natural. ¿Y cuál era ese? La victoria del Real Valladolid. Un magnífico disparo de Óscar desde la frontal del área devolvía el triunfo momentáneo al que lo merecía, y ese no era otro que el cuadro pucelano. A raíz de ahí, la hecatombe.

Si todo el primer acto fue para olvidar, los diez últimos minutos se llevan la palma. Nafti hizo el tercero a falta de diez para el descanso. A la zaga blanquiverde solo le faltó hacer el pasillo al franco-tunecino, que tras hacer la pared con Javi Guerra –Agus llegó tarde a taponarlo- se zafó de Tena –fractura de cintura la que sufrió el castellonense- y batió a Alberto. Como popularmente se dice, lo hicimos internacional. Laurant Blanc ya tiene organizador para el once del gallo.
Para rematar la faena, Alberto García se unió a la lidia. Un mal despeje provocado por la presión de Nauzet dejó en bandeja de plata el cuarto tanto a Óscar, segundo de su cuenta particular. El vallisoletano, con el meta fuera de su marco, amplió la goleada de los de Pucela. Ver para creer. Ridículo espantoso en tierras castellano-leonesas. Lo mejor, sin lugar a duda, era esperar el pitido de Prieto Iglesias y aclarar ideas en la caseta. Si, a aclarar ideas, puesto que para refrescarse antes hay que romper a sudar, y más de uno de los granates seguro que en el primer acto no lo hicieron.

Con Beobide en la hierba –el vasco sustituyó a un gris, como todos sus compañeros, Usero- arrancaron los segundos cuarenta y cinco minutos. Desde el pitido inicial del navarro se pudo palpar la bajada de ritmo de los locales, suficientemente cómodos con la renta obtenida con anterioridad. Los deberes estaban hechos. Tocaba guardar la ropa, el nado ya estaba realizado.

Pese a la liviana presión de los pucelanos, el quinto no tardó en llegar. No podía ser de otra manera, de carambola, de chiste. Un centro desde banda derecha de Nauzet no llegó a ser blocado por Alberto García. Su aciago despeje fue a parar al cuerpo de Tena, lo que provocó que el esférico quedara muerto en el interior del área de meta.
Guerra, estupefacto por el presente, envió el cuero a las mallas, anotando el vigésimo cuarto tanto de la temporada.

Lo mejor era que todo acabara. El pasotismo se paga y el resultado, si me apuran, no me parece ni abultado. El último tramo de segunda mitad, simplemente sobró.

Sin tiempo apenas para asumir la goleada, el Albacete, ya descendido tras su derrota ante el CD Numancia, rendirá visita al Nuevo Arcángel en apenas tres días. Como se suele decir “¡Qué Dios nos coja confesados!" . Por el bien de la institución, del escudo, todo debe pasar lo más rápido posible. El sábado jugamos todos.


Real Valladolid 5 – Córdoba CF 1 Real Valladolid: Javi Jiménez, Barragán (Pedro López, m.54), Marc Valiente, Jordi, Peña, Matabuena, Nafti (Álvaro Rubio, m.66), Nauzet, Óscar, Jofre y Javi Guerra (Bácari, m.69).
Córdoba CF: Alberto García, Gerardo, Tena, Agus, Fuentes, Fernández, Alberto Aguilar, Usero (Beobide, m.46), Camille (Javi Flores, m.62), Pepe Díaz (Dañobeitia, m.67) y Oriol Riera.
Árbitro: Prieto Iglesias (C. Navarro). Amonestó al blanquiverdes Alberto Aguilar, así como a los visitantes Nauzet, Nafti, Barragán y Pedro López.
Goles: 1-0 Jordi (m.2) 1-1 Matabuena (p.p) 2-1 Óscar (m.22) 3-1 Nafti (m. 35) 4-1 Óscar (m.39) 5-1 Javi Guerra (m.65)
Incidencias: Partido correspondiente a la 38ª jornada de la Liga Adelante disputado en el Estadio José Zorrilla ante 9.088 espectadores. Antes de comenzar el choque, se guardó un minuto de silencio en memoria del golfista cántabro Severiano Ballesteros.


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