lunes, 21 de enero de 2013

Un vendaval que vuela muy alto (5-0)



Exhibición del Córdoba (5-0) ante un Murcia en inferioridad media hora. El equipo acumula tres jornadas invicto, sin encajar gol y se acerca al play off


Un vendaval llamado Córdoba arrasó al Murcia a su paso por El Arcángel y vuela muy alto. La exhibición del exiguo plantel blanquiverde (ayer sólo 16 profesiones) acabó en una goleada escandalosa (5-0) ante un rival que jugó la última media hora en inferioridad numérica por la expulsión del lateral Tagliafico. El festín goleador incluso pudo ser más amplio si Rennella no hubiese fallado un penalti a los 10 minutos de juego, aunque el conjunto pimentonero también había perdonado ya, con 0-0, su mejor ocasión con un disparo al poste.

La victoria comenzó a fraguarse en el impresionante ritmo e intensidad que el equipo le puso al juego desde el primer minuto, pero tuvo otros factores determinantes. Por ejemplo, el equipo encontró el acierto de cara a portería que le ha faltado muchas jornadas. A ambos le añadió una buena presión, una excelente dosis de estabilidad defensiva y una actuación de matrícula de honor de Pedro ante su exequipo. El volante fue decisivo: marcó un gol, provocó un penalti, también la roja a Tragliafico y generó mucho peligro en ataque por su costado. 

El bloque evolucionó en defensa y en ataque. Atrás ya suma tres jornadas consecutivas sin encajar gol. La entrada de Armando junto a Kiko en el centro de la zaga en las dos últimas ha traído estabilidad. Cuánto durará. El rendimiento por ahora es notable.

Día de recuperaciones

 

Berges, además, consiguió recuperar a dos hombres de ataque. Rennella, a pesar fallar la pena máxima, marcó el gol que abrió el marcador y olfateó la diana en varias ocasiones. Su relevo, Joselu, también vio portería. El estado anímico de un atacante es decisivo. Ambos recibieron un soplo de autoestima bestial. El italiano llevaba dos meses sin marcar, desde su doblete ante la Ponferradina el 11 de noviembre. Por fin le pudo dedicar un gol a su padre fallecido.
 El onubense no veía puerta desde el 6 de octubre contra el Barcelona B, hace más de tres meses.

A la aportación en defensa y ataque, se unió ayer la progresión de Abel Gómez. Por fin cerca de lo que se espera de él. Y el descomunal despliegue que realizó Pedro. Un cóctel que hizo disfrutar al público, ola incluida en la segunda mitad. 

Pero, ojo, que esta vez la afición no se olvidó de mirar al palco para protestar por la gestión del presidente, Carlos González. Ni los resultados tapan ya el descontento de la grada con el dirigente. Primero, Brigadas Blanquiverdes se quedó de nuevo sin animar en la primera mitad como protesta por el horario matinal de los domingos que ha elegido el club cuando no hay televisión. Segundo y sobre todo, con los cánticos cargados de ironía de todo el estadio de «Carlos, véndelo» tras cada uno de los cinco goles blanquiverdes para protestar por la política deportiva del canario, tras la venta al Zaragoza de Fernández (debutó ayer en Primera) y la salida de seis futbolistas en el mercado invernal.

Superior de inicio a fin

 

El Córdoba fue muy superior. Indudable. Tanto como efectivo en sus oportunidades, y eso que marró el citado penalti y estrelló un balón en el larguero. En el estado físico, mental y de acierto que jugó ayer hubiese tumbado a cualquiera. Y probablemente hubiera goleado igual al Murcia sin la expulsión visitante, aunque la media hora de superioridad le facilitó el camino.

El equipo, ya sin la bendita distracción de la Copa del Rey, adquirió poso para el futuro. El técnico blanquiverde repitió alineación. El choque antes del 1-0, tuvo dos momentos que pudieron cambiar el rumbo. El Murcia lanzó al poste a los tres minutos. La respuesta fue contundente: un inocente penalti de Tagliafico a Rennella que falló el italiano (minuto 10). Luego, también cabeceó al larguero. En la tercera llegada, no perdonó. Un córner sacado por Abel acabó con un cabezazo para el 1-0 (m. 28). 

Los pupilos de Berges arrinconaban al rival. La última jugada del primer acto fue decisiva. Cristian, único lateral derecho tras la salida de Fernández, marcó un golazo con un zapatazo desde el vértice del área. El segundo dio mucho tranquilidad.

En la reanudación, el Córdoba no bajó el ritmo. Y llegó la acción definitiva. Pedro forzó la segunda amarilla y la expulsión de Tagliafico (m. 58). Con media hora por delante, el choque pintaba genial. Y tanto. En otro acelerón, Pedro, con el pecho, hizo el tercero para culminar su gran tarde (m. 61). Cuatro más tarde, Joselu aprovechó un error de Catalá para reencontrarse con el gol (4-0, m. 65).

A partir de ahí, hubo carrusel de cambios. Uno de los incorporados, López Silva hizo un golazo (m. 88) desde el lateral del área para completar la «manita» al Murcia. El Córdoba, con el triunfo, suma con 33 puntos y está empatado con el Sabadell, que abre el play off de ascenso, antes de visitar el sábado (18 horas, Marca TV) al colista, el Racing de Santander.

Pedro
 
El volante cordobesista provocó un penalti, la expulsión de un rival, marcó un gol y generó mucho peligro

La victoria, el juego y la imagen. Tres jornadas sin encajar. Marcaron los puntas
Concedió un tiro al poste del Murcia y falló un penalti con empate a cero
 

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