Exhibición del Córdoba (5-0) ante un Murcia en
inferioridad media hora. El equipo acumula tres jornadas invicto, sin
encajar gol y se acerca al play off
Un vendaval llamado Córdoba arrasó al Murcia a
su paso por El Arcángel y vuela muy alto. La exhibición del exiguo
plantel blanquiverde (ayer sólo 16 profesiones) acabó en una goleada
escandalosa (5-0) ante un rival que jugó la última media hora en
inferioridad numérica por la expulsión del lateral Tagliafico. El festín
goleador incluso pudo ser más amplio si Rennella no hubiese fallado un
penalti a los 10 minutos de juego, aunque el conjunto pimentonero
también había perdonado ya, con 0-0, su mejor ocasión con un disparo al
poste.
La victoria comenzó a fraguarse en el
impresionante ritmo e intensidad que el equipo le puso al juego desde el
primer minuto, pero tuvo otros factores determinantes. Por ejemplo, el
equipo encontró el acierto de cara a portería que le ha faltado muchas
jornadas. A ambos le añadió una buena presión, una excelente dosis de
estabilidad defensiva y una actuación de matrícula de honor de Pedro
ante su exequipo. El volante fue decisivo: marcó un gol, provocó un
penalti, también la roja a Tragliafico y generó mucho peligro en ataque
por su costado.
El bloque evolucionó en defensa y en ataque.
Atrás ya suma tres jornadas consecutivas sin encajar gol. La entrada de
Armando junto a Kiko en el centro de la zaga en las dos últimas ha
traído estabilidad. Cuánto durará. El rendimiento por ahora es notable.
Día de recuperaciones
Berges, además, consiguió recuperar a dos
hombres de ataque. Rennella, a pesar fallar la pena máxima, marcó el gol
que abrió el marcador y olfateó la diana en varias ocasiones. Su
relevo, Joselu, también vio portería. El estado anímico de un atacante
es decisivo. Ambos recibieron un soplo de autoestima bestial. El
italiano llevaba dos meses sin marcar, desde su doblete ante la
Ponferradina el 11 de noviembre. Por fin le pudo dedicar un gol a su
padre fallecido.
El onubense no veía puerta desde el 6 de octubre contra
el Barcelona B, hace más de tres meses.
A la aportación en defensa y ataque, se unió
ayer la progresión de Abel Gómez. Por fin cerca de lo que se espera de
él. Y el descomunal despliegue que realizó Pedro. Un cóctel que hizo
disfrutar al público, ola incluida en la segunda mitad.
Pero, ojo, que esta vez la afición no se olvidó
de mirar al palco para protestar por la gestión del presidente, Carlos
González. Ni los resultados tapan ya el descontento de la grada con el
dirigente. Primero, Brigadas Blanquiverdes se quedó de nuevo sin animar
en la primera mitad como protesta por el horario matinal de los domingos
que ha elegido el club cuando no hay televisión. Segundo y sobre todo,
con los cánticos cargados de ironía de todo el estadio de «Carlos,
véndelo» tras cada uno de los cinco goles blanquiverdes para protestar
por la política deportiva del canario, tras la venta al Zaragoza de
Fernández (debutó ayer en Primera) y la salida de seis futbolistas en el
mercado invernal.
Superior de inicio a fin
El Córdoba fue muy superior. Indudable. Tanto
como efectivo en sus oportunidades, y eso que marró el citado penalti y
estrelló un balón en el larguero. En el estado físico, mental y de
acierto que jugó ayer hubiese tumbado a cualquiera. Y probablemente
hubiera goleado igual al Murcia sin la expulsión visitante, aunque la
media hora de superioridad le facilitó el camino.
El equipo, ya sin la bendita distracción de la
Copa del Rey, adquirió poso para el futuro. El técnico blanquiverde
repitió alineación. El choque antes del 1-0, tuvo dos momentos que
pudieron cambiar el rumbo. El Murcia lanzó al poste a los tres minutos.
La respuesta fue contundente: un inocente penalti de Tagliafico a
Rennella que falló el italiano (minuto 10). Luego, también cabeceó al
larguero. En la tercera llegada, no perdonó. Un córner sacado por Abel
acabó con un cabezazo para el 1-0 (m. 28).
Los pupilos de Berges arrinconaban al rival. La
última jugada del primer acto fue decisiva. Cristian, único lateral
derecho tras la salida de Fernández, marcó un golazo con un zapatazo
desde el vértice del área. El segundo dio mucho tranquilidad.
En la reanudación, el Córdoba no bajó el ritmo.
Y llegó la acción definitiva. Pedro forzó la segunda amarilla y la
expulsión de Tagliafico (m. 58). Con media hora por delante, el choque
pintaba genial. Y tanto. En otro acelerón, Pedro, con el pecho, hizo el
tercero para culminar su gran tarde (m. 61). Cuatro más tarde, Joselu
aprovechó un error de Catalá para reencontrarse con el gol (4-0, m. 65).
A partir de ahí, hubo carrusel de cambios. Uno
de los incorporados, López Silva hizo un golazo (m. 88) desde el lateral
del área para completar la «manita» al Murcia. El Córdoba, con el
triunfo, suma con 33 puntos y está empatado con el Sabadell, que abre el
play off de ascenso, antes de visitar el sábado (18 horas, Marca TV) al
colista, el Racing de Santander.
Pedro
El volante cordobesista provocó un penalti, la expulsión de un rival, marcó un gol y generó mucho peligro
La victoria, el juego y la imagen. Tres jornadas sin encajar. Marcaron los puntas
Concedió un tiro al poste del Murcia y falló un penalti con empate a cero
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